16_10

Conquistando el Corazón. Génesis 33.

Resultado de imagen para conquistando el corazon de dios

La mayoría de los seres humanos cuando estamos enojados con alguien simplemente nos reconciliamos de manera externa lo que hacemos es cambiar de actitud no hablábamos ahora ya hablamos hacíamos mala cara ahora ya no la hacemos.
La verdadera reconciliación debe salir de adentro hacia afuera debe salir desde el corazón dirigida al corazón.
Nuestra reconciliación debe apuntar a conquistar el corazón del otro, de esta forma podríamos hablar de una sanidad interior que nos permite perdonar sin quedar herido.

Como conquistar el corazón de Dios o de cualquier persona.
1. Insistiendo. Lo más natural es que una persona herida no quiera reconciliarse al primer intento. 32: 17, 19-20 “Y mandó al primero, diciendo: Si Esaú mi hermano te encontrare, y te preguntare, diciendo: ¿De quién eres? ¿y adónde vas? ¿y para quién es esto que llevas delante de ti?  Mandó también al segundo, y al tercero, y a todos los que iban tras aquellas manadas, diciendo: Conforme a esto hablaréis a Esaú, cuando le hallareis.
La Oración es hablar por lo tanto cuando Dios dice que oremos sin cesar no quiere decir sean cansones y pedigüeños. Dios quiere decir no dejen de hablar conmigo las relaciones se vuelven fuertes cuando hay más momentos de contacto. 1 Tesalonicenses 5: 17 “Orad sin cesar.
2. Siendo detallistas. 32: 18 “entonces dirás: Es un presente de tu siervo Jacob, que envía a mi señor Esaú; y he aquí también él viene tras nosotros.” los detalles ayudan a fortalecer una relación. Los detalles no necesariamente pueden ser materiales o económicos. Una sonrisa o un gesto pueden ser suficientes.
3. Manteniendo una buena actitud. Mateo 7: 12 “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.” una buena actitud se la obtiene cuando nosotros tomamos la decisión de tratar primero a otros de la manera como nos gustaría que ellos nos traten a nosotros.
4. Con una forma correcta de hablar. Colosenses 4: 6 “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno” con nuestra forma de hablar hacemos que los demás se enamoren de nosotros o que nos tengan rabia.
Hay muchas mujeres que por competir con el hombre cada día se parecen más a ellos y cada día dejan de ser femeninas. Una mujer puede ser de carácter sin perder su feminidad.
Hay hombres que han perdido su condición de varones su falta de carácter los lleva a ser pasivos o demasiado gruñones y maltratadores.
5. Conociendo a Dios o a esa Persona. Para conquistar a alguien es necesario saber que le gusta o que no le gusta que lo hace feliz y que lo hace infeliz. Juan 17: 3 “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado
El problema de muchas parejas es que viven bajo un mismo techo duerme en una misma cama pero no se conocen.
Como conocer a alguien.
5.1. Conversando con ella. En lo espiritual le llamamos Oración en lo secular dialogo. Cuanto hablamos con Dios o cuanto hablamos con nuestra pareja o con la persona que queremos conocer.
5.2. Teniendo Buen Sentido de Observación. Muchas cosas no se dicen con palabras, un gesto o una acción puede hablar más.
5.3. Dedicando Tiempo para estar con la otra persona. Jesucristo siempre sacaba un tiempo para estar con su padre a pesar de que era muy famoso. Lucas 5: 15-16 “Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades.  Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.
El éxito para Jesucristo conquistar nuestro corazón es el conocernos él nos conoce a la perfección. 2 Timoteo 2: 19 “Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo
La verdadera reconciliación no solo consiste en palabras, la verdadera reconciliación se produce cuando tocamos el corazón de las personas que lastimamos. La reconciliación surge de adentro para fuera.