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Tratando Personalidades. Salmos 130-131


Resultado de imagen para personalidadEn la vida cotidiana encontramos personas con diferentes personalidades, unos conformistas, otros emprendedores, con mal genio, pasivos. Etc.
La verdad es que todos somos diferentes no hay uno que sea igual a otro.
El secreto para tener una excelente convivencia está en atacar al problema y no atacar a la persona, esto es tratar personalidades y no personas.
Si nosotros tratamos a la persona posiblemente terminamos siendo enemigos de todos quienes nos rodean. V 3 “JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?
No es que Dios sea complaciente o permisivo, Jesucristo está dispuesto a olvidarse de nuestros pecados con el fin de darnos otra oportunidad, si no fuera así ya ningún hombre existiría en la tierra.  Isaías 43: 25 “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.
Es por esto que el hombre tiene una frase que no es bíblica pero se ajusta a que Dios no quiere destruir al hombre Dios quiere destruir el pecado en nosotros: “Dios aborrece al pecado pero ama al pecador”
En la sociedad, en nuestra familia y aun en la iglesia, todos somos dientes, el problema es cuando nosotros queremos tratar a todos por igual y con la misma fórmula.
Debemos entender que en la diferencia está la bendición, Dios nos hizo a todos diferentes con el fin de poder ser complemento el uno del otro. 1 Corintios 12: 12 “Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo
Para poder tratar la personalidad y no a la persona Debemos.
1. Conocer muy bien a las personas que están a nuestro lado. Para lograr esto es necesario dedicarles tiempo, si no es mucho al menos que el poco tiempo sea de calidad. La única forma de relacionarnos bien con todos los que están a nuestro lado es si nos despojamos de todo tipo de orgullo. Salmo 131: 1 “Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron; Ni anduve en grandezas, Ni en cosas demasiado sublimes para mí
2. Delegar a cada quien de acuerdo a su capacidad. Esto nos permite obtener mejores resultados en menos tiempo.  Éxodo 18: 25 “Escogió Moisés varones de virtud de entre todo Israel, y los puso por jefes sobre el pueblo, sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez.
Las personas en lugares, puestos y actividades equivocadas no producen lo suficiente, su trabajo no es el mejor y lógicamente no lo disfrutan.
El director técnico de un equipo de futbol debe conocer muy bien a sus jugadores para ubicarlos a cada quien en la posición correcta. Si al que tiene cualidades de delantero lo obliga a ser arquero va a fracasar.
3. No Exigir a todos los  mismos resultados. De acuerdo a la capacidad de cada individuo serán los resultados de lo que les delegamos, para esto es necesario conocer muy bien a cada persona. Si al campeón de atletismo le exiges que meta goles en tu equipo de futbol y al arquero de tu equipo le exiges que gane la maratón de la ciudad posiblemente los dos serán un fracaso.
Si tratamos la personalidad del individuo y a la persona podremos darnos cuenta el porqué de su actuar. Posiblemente en su juventud tuvo problemas que lo traumaron o que le impiden actuar como tu quisieras, si conocemos la personalidad del individuo lo podemos ayudar en lugar de atacar.